LA BIBLIA LA PALABRA DE DIOS
INTRODUCCIÓN:
La Biblia se compone de una colección de 66 libros, escritos por
aproximadamente 40 hombres.
Sin embargo, 3.800 afirmaciones en el A. T. sostienen firmemente que
la Biblia proviene de Dios (Éxodo 19:9;
Éxo 19:9
Entonces Jehová dijo a Moisés: He aquí, yo vengo a ti en una nube
espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que
te crean para siempre.
Y
Moisés refirió las palabras del pueblo a Jehová.
20:1; Y
habló Dios todas estas palabras, diciendo:
Éxo 20:2
Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de
servidumbre.
Éxo 20:3
No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Éxo 20:4
No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el
cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
Is. 1:10; Isa 1:10
Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de Jehová; escuchad la ley de
nuestro Dios, pueblo de Gomorra.
Ez. 1:3). Eze 1:3 vino palabra de Jehová al sacerdote Ezequiel
hijo de Buzi, en la tierra de los caldeos, junto al río Quebar; vino allí sobre
él la mano de Jehová.
El N. T. también afirma la inspiración divina del A. T., y asevera lo
mismo en cuanto a sus propias escrituras (2
Ti. 3:16;
2Ti 3:16
Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
2Ti 3:17
a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para
toda buena obra.
2 P. 1:20, 2Pe 1:20
entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de
interpretación privada,
2Pe 1:21
porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los
santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
21;
1 Ts. 2:13; 1Ts 2:13
Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que
cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no
como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual
actúa en vosotros los creyentes.
Juan 16:13). Jua 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él
os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que
hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
Dios inspiró la Biblia, no realmente por escribirla ni dictar las
palabras mismas, sino por guiar los pensamientos de los escritores para que
escribiesen la verdad (Juan 14:26).
Jua 14:26
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi
nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he
dicho.
Se ha encontrado que las enseñanzas bíblicas están de acuerdo con los
mejores principios en cada campo del estudio moderno.
La Biblia es el guía moral más poderoso del mundo, y ningún hombre ha
sido capaz de mejorarla.
La sicología, una ciencia moderna, ha “descubierto” recientemente unos
de los principios para la salud mental que la Biblia ha enseñado por siglos.
Innumerables libros analizan la descripción bíblica de los métodos de Jesús,
reconociéndolo como el Profesor y Sociólogo Por Excelencia.
Descubrimientos arqueológicos siguen probando la exactitud histórica
de la Biblia tocante a cientos de
ciudades, naciones, reyes e incidentes antiguos.
Hasta el relato del diluvio (Gn. 6) se halla registrado en antiguos
escritos babilónicos.
Cada hecho geográfico mencionado en el libro de los Hechos ha sido
comprobado como verdadero por un erudito quien, en el esfuerzo de refutarlos,
se convenció de su veracidad.
También la teología bíblica, especialmente la doctrina del sacrificio
de Cristo por los pecadores, se considera como el más profundo de los
pensamientos religiosos.
¿Cómo pudieron los hombres que vivieron hace miles de años escribir
verdades tan profundas en todos los campos del estudio moderno mencionados
anteriormente?
¿Cómo fue posible que los carpinteros y los pescadores ignorantes de
Galilea sobrepasaran a los hombres más educados de sus días, revelando los
pensamientos teológicos más profundos de la historia de la humanidad?
¿Es posible que la Biblia pueda contener tanta exactitud en tantas
áreas del conocimiento humano, y mentir tocante a su propio carácter como la
palabra de Dios?
¿Es concebible que el mejor guía moral del mundo pueda ser también el
mayor impostor?
En realidad, las verdades reveladas en la Biblia testifican su
inspiración divina.
UN LIBRO UNIDO
La Biblia, aunque escrita por cerca de 40 hombres durante unos 1.600
años, contiene una unidad y consistencia maravillosa.
El A.T. predice aún la venida del N. T. (Jr. 31:31; He. 8:6-13).
Los 66 libros de la Biblia fueron escritos por reyes, profetas,
pastores, labradores, pescadores, colectores de impuestos, doctores, ricos,
pobres, educados e ineducados.
Escribieron sobre los grandes temas de Dios, del hombre, la moralidad,
la salvación y la vida eterna. Sin embargo, sus escritos poseen una armonía que
sería imposible sin la dirección unificadora de Dios.
UN LIBRO INDESTRUCTIBLE
Jesús dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no
pasarán” (Mr. 13:31).
La Biblia ha sufrido más ataques que cualquier otro libro que el mundo
ha conocido.
Un emperador romano, Diocleciano, (301-304 años D.C.), mientras
perseguía a los cristianos, hizo un esfuerzo determinado para destruir la
Biblia.
¡Irónicamente su gran tumba fue usada por la iglesia para sus
reuniones por más de mil años!
El gran agnóstico francés Voltaire dijo en el siglo XVIII que la
Biblia sería un libro olvidado en cien años.
Posteriormente, la Sociedad Bíblica de Ginebra ocupó la casa de este
hombre incrédulo, y actualmente la Biblia es el libro de más venta en todo el
mundo.
En 1861 la Academia Francesa de las Ciencias enumeró 51 “hechos” que
supuestamente refutaban la Biblia.
Ninguno de estos “hechos” se considera como verdad hoy en día.
Muchos otros esfuerzos se han realizado para destruir la Biblia.
Ha sido examinada, criticada y atacada severamente por muchos, pero el
tiempo y los descubrimientos nuevos siguen probando que cada ataque es injusto,
falso y vano.
“Mas la palabra del Señor permanece para siempre” (1 P. 1:25).
PROFECÍAS EXACTAS
Muchas profecías de la Biblia enfatizan la primera venida de
Jesucristo.
El siguiente bosquejo enumera algunas de ellas.
Note que casi cada aspecto de
la vida de Cristo se había predicho siglos antes de que El llegase.
Por ejemplo, la profecía de Isaías 53 profetizó en el versículo tres
el rechazo de Cristo; en los versículos cuatro al seis, su sacrificio por los
pecados de otros; en los versículos siete y ocho, su juicio; en los versículos
ocho y nueve, su muerte con los malos (los dos ladrones) y su entierro con los
ricos (en la tumba de José de Arimatea); y la profecía está desarrollada en los
demás versículos del capítulo.
¿Cómo pudo escribir Isaías una descripción tan bella y completa de
Jesús 700 años antes de su nacimiento?
Este es un solo una muestra del poder de esta evidencia del origen
divino de la Biblia.
Adjuntamos también el cumplimiento de estas predicciones.
PROFECÍAS DE CRISTO
Todas estas profecías fueron hechas entre los años 1,400 a 400 antes
de Cristo, y fueron cumplidas durante su vida.
1.
Su linaje de la
tribu de Judá - predicho en Gn. 49:10;
cumplido en Mt. 1:1-3.
2.
Del linaje de
David - predicho en Jr. 23:5;
cumplido en Mt. 1:1 6.
3.
Su nacimiento en
Belén - predicho en Mi. 5:2;
cumplido en Mt. 2:1-6
4.
Su nacimiento de
una virgen - predicho en Isaías 7:14;
cumplido en Mt. 1:18-23.
5.
Su divinidad y
autoridad - predicha en Isaías 9:6;
cumplida en Juan 1:1; Ef. 1:20-22.
6.
Su entrada
triunfal - predicha en Zac. 9:9;
cumplida en Mt. 21:1-9.
7.
Su rechazo -
predicho en Is. 53:3; cumplido en Juan 19:14, 15.
8.
Su muerte por
crucifixión - predicha en Sal. 22:16;
cumplida en Juan 19:16-19.
9.
Su muerte con
malos - predicha en Is. 53:9, 12;
cumplida en Lc. 22:37; Mt. 27:38.
10.
Su entierro con
los ricos - predicho en Is. 53:9;
cumplido en Mt. 27:57, 60.
11.
Echaron suerte
por sus ropas - predicho en Sal. 22:18;
cumplido en Juan 19:23, 24.
12.
Difamado -
predicho en Sal. 22:6-8; cumplido en
1 P. 2:21-23.
13.
Su sacrificio por
los pecados ajenos - predicho en Is.
53:4-6, 10-12; cumplido en 1 P.
2:24, 25;
14.
Cargó nuestros
pecados – predicho en Is. 53:6;
cumplido en 2 Corintios 5:21.
15.
Su resurrección -
predicha en Sal. 16:10; cumplida en Hch. 2:24-32.
16.
Su ascensión al
trono - predicha en Sal. 110:1-4 y
cumplida en Hch. 2:33-36.
Hay muchas otras evidencias para demostrar el origen divino de la
Biblia, como por ejemplo, la atracción e
influencia universal de la Biblia, su descripción del carácter perfecto y la
obra de Jesús, y el hecho de que su mensaje acerca de Cristo es la única
solución adecuada para el problema del pecado.
El peso acumulador de tanta evidencia para la invención divina de la
Biblia es abrumador.
UN LIBRO PRESERVADO
Ahora estudiaremos como la Biblia ha llegado a nosotros preservada
cuidadosamente a través de los siglos.
El Antiguo Testamento se comenzó a escribir más o menos 1.400 años
antes de Cristo, y fue escrito en el idioma antiguo de los hebreos con algunas
partes en arameo.
La última parte de la Biblia, el Nuevo Testamento, fue escrita en el
primer siglo después de Cristo en el griego antiguo con algunas partes en
arameo. Sin embargo, usted tiene en su posesión un ejemplar de la Biblia en su
propio idioma, traducido por eruditos competentes de estos idiomas antiguos.
¿Cómo podemos saber si la Biblia que tenemos hoy es el mismo mensaje de Dios
que los escritores inspirados escribieron hace más de 1.900 años?
MANUSCRITOS ANTIGUOS
Sabemos que tenemos la Biblia preservada correctamente porque tenemos
manuscritos de ella que tienen más de 1.500 años escritos en el idioma
original. Tres de los más famosos son:
Ø El Sinaítico, escrito cerca
del año 340 después de Cristo, hoy guardado en Londres.
Ø El Vaticano, escrito cerca
del año 350 después de Cristo, hoy guardado en Roma.
Ø El Alejandrino, escrito en el
siglo quinto, hoy guardado en Londres.
Ø Otros tres manuscritos del siglo quinto se llaman: el Efraini, el
Beza y el Washington.
También, miles de otros manuscritos antiguos y pergaminos de la Biblia
en el hebreo y el griego original atestiguan la exactitud de nuestra Biblia.
TRADUCCIONES
También numerosas traducciones antiguas de la Biblia, verifican tanto
la exactitud de los manuscritos mencionados anteriormente como el texto de la
Biblia hoy en día, unas de ellas son:
Ø La Vulgata, versión oficial
católica romana, que es una traducción en latín por Jerónimo, en el año
405 después de Cristo.
Ø La Septuaginta, es una
traducción de las escrituras hebreas del Antiguo Testamento al Griego hechas en
Alejandría cerca del año 250 antes de Cristo.
Ø La traducción siriaca, toda la
biblia, la fecha es incierta (tal vez primer o segundo siglo de nuestra era d.
C. Es una traducción a la lengua común
de ciertas partes sirias.
Ø El texto masorético, una
edición de las escrituras hebreas (A. T.) desarrollada por eruditos judíos del
año 500 al 950 d. C. en la cual los puntos en las vocales fueron introducidos
por primer vez en el texto hebreo consonántico (solo consonantes).
Ø Otras egipcio, hebreo, etiópico y armenio.
Todas ellas fueron hechas entre el tercer y sexto siglos. Hay otras
traducciones también, y cientos de copias de ellas son muy antiguas. La Biblia
podría ser reproducida hoy mismo, usando solamente estas traducciones.
CITAS ANTIGUAS
Los escritos de varios líderes de la iglesia de los primeros siglos
están actualmente accesibles.
Citan libremente de la Biblia; algunos de ellos posiblemente citan de
los escritos originales del Nuevo Testamento.
Eruditos bíblicos dicen que si el Nuevo Testamento fuera completamente
destruido o perdido, el contenido completo de este sagrado libro se podría
reproducir por las citas hechas por estos autores primitivos.
Al tener manuscritos, traducciones y citas antiguas, hay más evidencia
sobre el texto de la Biblia que para cualquier otro escrito antiguo.
Es por esto que la Biblia ha quedado casi sin alteración a través de
los siglos.
Como evidencia de esto, en 1948, una copia del libro de Isaías fue
encontrada en unos cántaros cerca del Mar Muerto en Palestina que fue escrita
en el primer siglo antes de Cristo.
Al compararla con el libro de Isaías en nuestra Biblia moderna,
observamos que es virtualmente idéntica.
Así que, por la providencia de Dios, “la palabra del Señor permanece
para siempre” (1 P. 1:25).
TRADUCCIONES AL ESPAÑOL
Año
|
Lugar de
publicación
|
Obra
|
Autor
|
Notas
|
1280
|
Biblia
Alfonsina
|
Traducción
de la Vulgata latina al castellano por orden de Alfonso X.
|
||
1430
|
Moisés
Arragel, patrocinada por Don Luis de Guzmán, Maestre de la Orden de
Calatrava.
|
|||
1543
|
Nuevo
Testamento
|
Por esta publicación encinas fue puesto preso por orden de la Santa
Inquisición, al final logró escapar después de dos años, pero muchos
ejemplares fueron destruidos.
|
||
1553
|
Ferrara,
Italia
|
Traducción
del Antiguo Testamento al castellano
|
||
1556
|
"Venecia"
(Ginebra)
|
Nuevo
Testamento
|
||
1569
|
La
Biblia
(conocida como Biblia del oso, por aparecer un dibujo de este animal
en su portada)
|
Primera
traducción completa de la Biblia al español. Al no aceptar la censura previa
de su traducción, por parte de Juan
Calvino, esta versión no fue bien vista por la teocracia ginebrina. Tiene,
como detalle curioso en su portada, aparte del dibujo, una frase escrita en
idioma hebreo.
|
||
1602
|
Amsterdam,
Holanda
|
Biblia
versión Reina-Valera,
conocida como "Biblia del Cántaro"
|
Revisión
(en realidad diferente ordenación de los libros y algunas de sus notas
originales fueron reemplazadas por notas tomadas de la biblia calvinista
francesa) de la "Biblia del Oso", de Casiodoro de Reina para adaptarla
a la ortodoxia de la teocracia ginebrina, por Cipriano de Valera.
|
Se han
hecho otras revisiones en 1862, 1909, 1960 y 1995. La publican actualmente
las Sociedades Bíblicas Unidas.
|
1793
|
Biblia
del padre Felipe Scío de San Miguel
|
Traducción
al castellano de la Vulgata latina.
|
||
1893
|
Versión
Moderna
|
Publicada
por la Sociedad Bíblica Americana. Inició este trabajo en Colombia, en el año
1876.
|
||
1825
|
Biblia
de José Petisco y Félix Torres Amat
|
Traducción
al castellano de la Vulgata latina.
|
||
1916
|
Nuevo
Testamento,
versión hispanoamericana
|
|||
1944
|
Biblia Nácar-Colunga
|
Publicada
por la Biblioteca de Autores Cristianos BAC.
|
||
1947
|
Biblia
Bóver-Cantera
|
Es una
edición crítica directamente de los originales.
|
||
1984
|
Nuevo
Testamento
|
Traducido
del griego por monseñor Juan Straubinger
|
Publicado
por el Club de Lectores.
|
|
1966,
traducido al castellano en 1967
|
Biblia
de Jerusalén
|
Traducción
al castellano basada en los originales y siguiendo los criterios de la
versión francesa de la Escuela Bíblica de Jerusalén. Revisiones en 1967 y
1998.
|
||
2001
|
Edición
Latinoamericana
|
Adaptada
por un equipo de expertos mexicanos, colombianos y argentinos dirigido por
Santiago García.
|
Redactada
en los giros idiomáticos del español propio de América Latina.
|
|
1968
|
Biblia
de Editorial Labor
|
Traducción
del italiano publicada por Editorial Labor.
|
||
1972
|
Biblia Latinoamericana,
edición pastoral para Latinoamérica
|
Traducida
por un equipo dirigido por monseñor Ramón Ricciardi y Bernardo Hurault
|
Hay una
edición corregida en el año 2004 y la edición 'formadores' con notas
ampliadas.
|
|
1975
|
Sagrada
Biblia,
|
Elaborada
por los eruditos católicos más destacados de su tiempo a cargo de F. Cantera
y M. Iglesias.
|
Versión
crítica sobre textos escritos en lenguajes hebreo, arameo y griego, publicada
por la Biblioteca de Autores Cristianos en 1975 (3ª edición en el año 2000,
2ª impresión en el 2003).
|
|
1976
|
Nueva
Biblia Española
|
Equipo
bajo la dirección de Luis Alonso Shöckel y Juan Mateos.
|
Traducción
directa de los textos originales
|
|
1978
|
Biblia
Interconfesional (Nuevo Testamento)
|
Trabajo
conjunto de las Sociedades Bíblicas Unidas, la Biblioteca de Autores
Cristianos, y la Casa de la Biblia.
|
||
1979
(existe una revisión del año 1994)
|
Dios
Habla Hoy (DHH)
o Versión Popular.
|
Traducción
realizada por las Sociedades Bíblicas Unidas con la
colaboración de eruditos católicos.
|
Es una
traducción dinámica (idea por idea) con lenguaje accesible. Hay una edición
de estudio con notas históricas y lingüísticas no confesionales elaboradas
por eruditos católicos y protestantes (2000).
|
|
1979
|
La
Biblia al Día
|
Una
paráfrasis publicada por la Sociedad Bíblica Internacional.
|
||
1980
|
Argentina
|
Biblia
el libro del pueblo de Dios
|
Publicada
bajo la dirección de Armando Levoratti y A.B. Trusso.
|
|
1983
|
Nuevo
Testamento de la Universidad de Navarra
|
Texto
bilingüe latín-castellano.
|
||
1986
|
Biblia
de las Américas (BLA)
|
Publicada
por la Fundación Lockman.
|
Existe
una versión en español latinoamericano llamada Nueva Biblia de los
Hispanos, publicada en el 2005.
|
|
1992
|
Biblia
Casa de la Biblia
|
Revisión
hecha por un equipo dirigido por Santiago Guijarro y Miguel Salvador.
|
Hay dos
ediciones, una para España y otra para Latinoamérica.
|
|
1992
|
Traducción
literal del griego de La Sagrada Biblia
|
Guillermo
Jünemann
|
Antiguo
Testamento según la Septuaginta
inédito desde 1928 y Nuevo Testamento ya publicado ese año.
|
|
1993
|
Versión
realizada por un equipo de traductores dirigido por Alonso Schökel.
|
|||
1999
|
Equipo
compuesto de biblistas de más de 10 países hispanohablantes. Editor: Luciano
Jaramillo, biblista colombiano
|
Traducción
directa de los originales, publicado por la Sociedad Bíblica Internacional.
|
||
2000
|
Nuevo
Testamento traducción de Pedro Ortiz
|
P.
Pedro Ortiz, sacerdote católico colombiano
|
Publicada
por Ediciones San Pablo.
|
|
2000
|
Nuevo
Testamento, La Palabra de Dios para Todos (PDT)
|
Traducción
realizada por el Centro Mundial de Traducción de la Biblia.
|
Versión
en español latinoamericano usada por organizaciones como [Club Bíblico http://www.clubbiblico.org] que trabajan
en prisiones, hospitales, ministerios infantiles y juveniles, nuevos
conversos y recién alfabetizados. La Biblia completa se publicó en el 2005.
|
|
2001
(sólo el Nuevo Testamento)
|
Biblia
Textual de la
Sociedad Bíblica Iberoamericana.
|
Corrección
de la versión Reina-Valera, valiéndose de la Base Textual de la
que hoy se dispone, para lograr acercarse a la restauración del
texto original.
|
||
2003
|
Biblia
traducción en lenguaje actual (TLA)
|
Sociedades
Bíblicas Unidas.
|
||
2005
|
La
Biblia en la
versión La
Palabra de Dios para Todos (PDT)
|
Centro
Mundial de Traducción de la Biblia. El editor de esta versión es el lingüista
de la iglesia de Cristo, Rafael Alberto Serrano.
|
Versión
en español latinoamericano. El Nuevo Testamento se publicó en el año 2000 y
la Biblia completa en el 2005.
|
Existen otras versiones tanto católicas como evangélicas pero no
tienen el mismo valor de las anteriores.
PREPRACIÓN DE LAS
ESCRITURAS
- Material de escritura
Papiro. El material de escritura más común de la antigüedad fue el papiro, que
se hacía de la planta denominada papiro.
Esta caña crecía en los lugares poco profundos de los lagos y ríos de
Egipto y de Siria.
Desde el puerto sirio de Biblos se embarcaban grandes cargamentos de
papiro.
Se supone que la palabra griega para libros (Biblos) proviene del
nombre de este puerto.
“Las cañas eran cortadas en tiras de toda su longitud y luego se las
reducía a muy finas rebanadas antes de ser golpeadas y prensadas para formar
dos capas que se colocaban en ángulo recto una respecto de la otra.
Al secarse, la superficie blanquecina se suavizaba con una piedra o
con otro implemento.
Los primeros manuscritos se hicieron en papiro y habría sido difícil
que sobrevivieran excepto en zonas secas tales como las arenas de Egipto o en
cavernas similares a las de Qumran, en donde se descubrieron los rollos del Mar
Muerto.
Pergamino. Este era el nombre que se
daba a las “pieles curtidas de ovejas, cabras, antílopes y otros animales. Estas pieles eran desprovistas del pelo y se
las rasqueteaba, con el fin de producir un material de escribir más durable.
Vitela. Era el nombre que se le daba
al cuero de ternero.
A menudo la vitela se teñía de
color púrpura.
Algunos de los manuscritos que se conservan en la actualidad son de
vitela púrpura.
La escritura sobre vitela teñida era generalmente de color dorado o
plateado.
También se hacían inscripciones en piedra con una “pluma de hierro”,
tablillas de arcilla, donde se inscribían con un instrumento agudo y luego se
secaban con el fin de que el registro quedara en forma permanente (Jeremías 17:13; Ezequiel 4:1).
De todos los materiales de escritura éste era el más barato y uno de
los más durables.
También se utilizaban tablillas de cera, se empleaba un estilete
metálico sobre un trozo de madera plana recubierta con cera.
- FORMA DE LOS LIBROS ANTIGUOS
Rollos. Se hacían pegando hojas de
papiro unas con otra y luego se enrollaban estas largas tiras alrededor de un
palo.
El tamaño del rollo estaba limitado por la dificultad en usar el
rollo.
La escritura se hacía
usualmente por un solo lado.
Se tiene conocimiento de rollos que medían 48 metros de largo.
El rollo promedio medía alrededor de 7 a 12 metros de largo.
Forma de Códice o
de libro. Con el fin de facilitar la lectura y reducir el bulto las formas de
papiro se disponían en forma de un libro y se escribían por ambos lados.
Los autores clásicos escribieron sobre rollos de papiro hasta
alrededor del siglo tercero d. C.
- TIPOS DE ESCRITURA
Uncial. Era la que usaba letras
MAYUCULAS, las que eran dibujadas con sumo cuidado.
Se le conoció como el “libro de mano”.
El Vaticano y el Sinaítico son manuscritos unciales.
Escritura
minúscula.
Era un escrito de letras más pequeñas como mano corrida (conectadas)…
fue creado para aumentar la producción de libros.
Los manuscritos hebreo y griego fueron escritos sin separación entre
palabras.
(El Hebreo se escribió sin vocales hasta el año 900 d. C., cuando
aparecen los masoretas, quienes se encargaban de copiar cada manuscrito de
forma tan fiel y dedicada que si en algún caso, cometían algún error, no
corregían, sino que rompían lo escrito y volvían a empezar hasta lograr una
copia perfecta.)
DIVISIÓN EN
LIBROS, CAPÍTULOS Y VERSÍCULOS
La Biblia, aunque compuesta de varios libros, es un solo libro.
El libro que nosotros llamamos la Biblia es realmente una biblioteca
de 66 libros, escritos por aproximadamente 40 hombres diferentes.
Sin embargo, en realidad estos 66 libros son 1 solo. Pero, nos
preguntamos: ¿por qué? Porque el contenido de la Biblia fue inspirado por una
sola persona, Dios, y el libro tiene un solo tema céntrico, que es:
"salvación para el hombre pecador a
través de Cristo".
La Biblia tiene dos divisiones literarias principales. Ellas son: (1)
El Antiguo Testamento y (2) El Nuevo
Testamento.
La palabra "testamento" significa un pacto o un convenio.
Los dos testamentos de la Biblia tienen como propósito el explicar la
historia de la relación entre Dios y el hombre.
Capítulos. Las primeras divisiones (586
a. C.) se le hicieron al Pentateuco. 154
agrupaciones para facilitar su lectura en un plan de tres años.
Cincuenta años más tarde se le seccionó en 54 divisiones y en 669
segmentos más pequeños para facilitar la ubicación de referencias.
Estas se usaron en un ciclo de
lectura de un año.
Los griegos hicieron divisiones alrededor del año 250 d. C. El más antiguo sistema de división en
capítulos data del año 350 d.C. aproximadamente en los márgenes del Códice Vaticano.
Versículos. Los primeros indicadores de
versículos variaron desde el uso de espacios entre palabras, hasta letras o
números.
No se usaron sistemáticamente de manera universal.
Las primeras divisiones en versículos ampliamente aceptadas aparecieron
alrededor del 900 d. C.
La Vulgata Latina fue la primera que incorporó la división tanto en
capítulos como en versículos en el Antiguo y Nuevo Testamento.
EL CANON
La palabra canon viene de una raíz que significa “caña” (en hebreo es
“ganeh” y en griego es “Kanon”). La
“caña” se utilizó para medir y eventualmente llegó a tener el significado de
“norma”. La palabra “canon” aplicada a la Escritura significa “una lista
oficial de libros”.
Una cosa que debe recordarse es que la iglesia no creó el canon o los
libros incluidos en lo que llamamos Escrituras.
Más bien, la Iglesia reconoció los libros que fueron inspirados desde su
comienzo. Estos fueron inspirados por Dios
al ser escritos.
Para que un libro fuera incluido en el “canon” se evaluaba según cinco
principios guías, estos son:
- ¿Es autoritativo?, ¿Provino de la mano del Dios?, ¿viene este libro con un divino “Así dice el Señor”?.
- ¿Es profético?, ¿Fue escrito por un hombre de Dios?
- ¿Es auténtico? (Los padres de la iglesia eran partidarios de la política de “si estas en duda, deséchalo”. Esto realzó la validez de su discernimiento de los libros canónicos.
- ¿Es dinámico?, ¿Tiene el poder de Dios que transforma las vidas?
- ¿Fue recibido, reunido, leído y usado?, ¿Fue aceptado por el pueblo de Dios?
El factor básico para determinar la canonicidad del Nuevo Testamento
fue la inspiración de Dios, y su prueba principal: su calidad de apostólico.
LIBROS APÓCRIFOS
O DEUTEROCANÓNICOS
Entre el año 400 a. C. y el inicio
del Nuevo Testamento, hubo silencio en cuanto a la revelación escrita de Dios.
Después de Malaquías, no hubo más profetas en Judá. En este período apareció
una serie de libros que no fueron aceptados como inspirados ni por los judíos
ni por la iglesia primitiva. Son los libros apócrifos (que en griego significa
literalmente "oculto", o "secreto"), también llamados
Deutero (fuera) canónicos (del canon). Los judíos usaban este término para
referirse a escritos dudosos, falsificados o bastardos, que por ende, no se
incluían en el canon.
¿Por qué estos libros no son canónicos?
Además de que no reunían los requisitos para la canonicidad se dan
otras razones por las cuales fueron excluidos.
- Abundan en inexactitudes y anacronismos históricos y geográficos.
- Enseñan doctrinas falsas y fomentan prácticas que están en desacuerdo con la Escritura inspirada.
- Recurren a tipos literarios y despliegan una artificialidad en las materias y en el estilo que no guarda relación con la Escritura inspirada.
- Carecen de los elementos distintivos que le dan a la genuina Escritura su carácter divino, tal como el poder profético y poético y el sentimiento religioso.
Libros
apócrifos del Antiguo Testamento
- 1º Esdras (150 a. C)
- 2º Esdras (100 d. C)
- Tobías (siglo II a. C)
- Judit (aprox. a mediados del siglo II a. C)
- Adiciones a Ester (100 a. C)
- Sabiduría de Salomón (40 d. C)
- Eclasiástico (180 a. C)
- Baruc (100 d. C)
- La Oración de Manasés (fue compuesta por los Macabeos siglo II a. C)
- 1º Macabeos (siglo I a. C)
- 2º Macabeos (siglo I a. C)
Libros apócrifos del Nuevo Testamento
- Epístola del Bernabé (70-79 d.C.)
- Epístola a los Corintios (96 d.C.)
- Antigua homilía, o la así llamada Segunda Epístola de Clemente (120-140 d.C.)
- Pastor de Hermas (115-140 d.C.)
- Didache, Enseñanza de los Doce (100-120 d.C.)
- Apocalipsis de Pedro (150 d.C.)
- Hechos de Pablo y Tecla (170 d.C.)
- Epístola a los Laodicenses (Siglo IV)
- El Evangelio de acuerdo a los Hebreos (65-100 d.C.)
- Epístola de Policarpo a los Filipenses (108 d.C.)
- Las Siete Epístolas de Ignacio (100 d.C.)
- Entre otras….
EL ANTIGUO TESTAMENTO
El Antiguo Testamento consta de treinta y nueve libros y contiene el
pacto o voluntad de Dios para con la nación judía (Dt. 5:1-3). Estos libros se dividen en cinco divisiones mayores:
ley (5), historia (12), poesía (5), profetas mayores (5) y profetas menores
(12).
Ø Ley – Torá o Pentateuco: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio;
Ø Históricos: Josué, Jueces,
Rut, 1 Samuel, 2 Samuel, 1 Reyes, 2 Reyes, 1 Crónicas,
2 Crónicas,
Esdras, Nehemías y Ester;
Ø Poéticos: Job, Salmos,
Proverbios, Eclesiastés y Cantar de los Cantares de Salomón;
Ø Profetas Mayores: Isaías, Jeremías,
Lamentaciones, Ezequiel y Daniel;
Ø Profetas Menores: Oseas, Joel,
Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y
Malaquías.
Ahora vamos a repasar cada división.
TORÁ O PENTATEUCO
Los cinco primeros libros de la Biblia se llaman los "libros de
la ley", porque contienen la ley de Dios dada a Moisés para el pueblo
judío (Dt. 5:1-3). A veces estos
cinco libros son llamados la ley de Moisés"; otras se les llaman "la
ley de Jehová" (Josué 23-6-8; 2 Cr.
31:3).
Génesis, que significa
"principio", relata la creación del mundo y también el principio de
la nación judía, por medio de la cual nacería Jesucristo.
Éxodo cuenta de la
salida de los israelitas de la esclavitud egipcia, y también nos refiere como
ellos recibieron la ley de Dios por medio de su guía, Moisés.
Levítico contiene la ley
de Dios para los levitas, la tribu de Israel de la cual eran elegidos los sacerdotes.
Números presenta la
historia de Israel mientras ellos andaban errantes por cuarenta años en el desierto, y nos informa del censo
que se hizo del pueblo.
Deuteronomio, cuyo nombre
significa "segunda proclamación de la ley", se compone de los últimos
discursos de Moisés, en los cuales él repite la ley y exhorta al pueblo para
que la obedezcan.
HISTÓRICOS
Estos doce libros relatan 900 años de la historia del pueblo judío.
El libro de Josué nos dice cómo Josué, después de la muerte de
Moisés, dirigió a Israel para conquistar las naciones de Canaán (Palestina) y
poseer la tierra prometida.
Jueces y Rut nos
relatan como Dios gobernó a los israelitas por medio de jueces.
1 y 2 Samuel, 1 y 2 Reyes,
y 1 y 2 Crónicas enseñan la historia del pueblo judío desde el tiempo en
que ellos se constituyeron en un reino, hasta el tiempo en el cual este reino
fue dividido, cayendo finalmente en el cautiverio asirio y babilónico.
Los libros de Esdras, Nehemías y Ester nos
cuentan de la vida de los judíos mientras estaban en el exilio en Babilonia.
Asimismo, nos dicen cómo ellos más tarde regresaron a Palestina y reedificaron
Jerusalén y el templo de Dios.
POÉTICOS
Los cinco libros de poesía judía son en primer lugar libros de
devoción y sabiduría. En ellos se encuentran varias profecías acerca de Cristo.
Job es la descripción del sufrimiento de
un hombre fiel a Dios, que vivió en los días de Abraham.
Salmos es un himnario y
libro devocional de la antigua nación judía.
Proverbios, Eclesiastés,
y Cantar de los Cantares de Salomón contienen la sabiduría, dichos y
aventuras de Salomón, tercer rey de Judá.
PROFÉTICOS
Durante los años desde más o menos 900 hasta 350 antes de Cristo los
profetas del Antiguo Testamento amonestaron a los judíos para que se
arrepintieran de su pecado. También pronosticaron eventos importantes,
especialmente de la venida de Jesús y de su reino. Las frases "profetas
mayores" y "profetas menores", que aparecen en el diagrama de
los libros del Antiguo Testamento, no se refieren a la importancia de los
libros, sino a su tamaño relativo. Los profetas "mayores" simplemente
escribieron más que los profetas "menores".
EL NUEVO TESTAMENTO
El Nuevo Testamento es el título de la segunda división principal de
la Biblia. Sus veinte y siete libros contienen el Nuevo Pacto que Dios hizo por
medio de Cristo con todo hombre (Mt.
28:18-20). El contenido del Nuevo Testamento trata primordialmente de la
venida de Cristo para salvar al hombre pecador, del establecimiento de su
iglesia y de la revelación de su divina voluntad a la humanidad. Estos libros
también se dividen en cinco divisiones mayores:
Al igual que el antiguo, el Nuevo Testamento también tiene cinco
divisiones: los evangelios (4), la historia de la iglesia (1), las epístolas de
Pablo (13), epístolas generales (8) y Profecía (1).
Ø Vida De Cristo Evangelios (4):
Mateo, Marcos, Lucas Y Juan;
Ø Historia De La Iglesia Primitiva: Hechos de los Apóstoles;
Ø Cartas – Epístolas Paulinas
o A las Iglesias: Romanos, 1
Corintios, 2 Corintios, Gálatas, Efesios, Filipenses, Colosenses, 1
Tesalonicenses, 2 Tesalonicenses,
o Pastorales: 1 Timoteo, 2
Timoteo, Tito y Filemón;
Ø Cartas - Epístolas Generales: Hebreos, Santiago, 1 Pedro. 2 Pedro, 1 Juan, 2 Juan, 3 Juan y Judas;
Ø Profecía: Apocalipsis
EVANGELIOS - VIDA DE CRISTO
Los cuatro libros de Mateo, Marcos, Lucas y Juan,
comúnmente llamados evangelios, relatan la vida de Cristo; nos cuentan de su
nacimiento, enseñanza, ministerio, juicio, crucifixión, sepultura y resurrección.
También presentan las instrucciones que Jesús dio a sus apóstoles respecto a su
futuro trabajo. Estos libros fueron escritos principalmente "para que
creáis que Jesús es el Cristo, y para que, creyendo, tengáis vida en su
nombre" (Juan 20:30, 31).
HISTORIA DE LA IGLESIA PRIMITIVA
El libro llamado Hechos de los Apóstoles habla del
establecimiento, organización y desarrollo de la iglesia que Cristo prometió
edificar (Mt. 16:18). El libro de
Hechos en particular muestra el medio por el cual la gente fue salvada y
añadida a la iglesia del Señor.
CARTAS - EPÍSTOLAS PAULINAS
Estas trece epístolas o cartas fueron escritas por el apóstol Pablo a
varios individuos y congregaciones de la iglesia. Contienen instrucciones sobre
la organización, trabajo, doctrina y vida en la iglesia.
CARTAS - EPÍSTOLAS GENERALES
Otros autores, incluyendo a Pedro, Juan, Santiago y
Judas escribieron otras siete cartas a varias congregaciones de la
iglesia. Contienen enseñanzas de igual carácter que las de las epístolas de Pablo.
PROFECÍA
El apóstol Juan escribió el libro de Apocalipsis, que presenta
varias visiones de acontecimientos que habrían de ocurrir en el futuro. Este
libro, eminentemente simbólico, contiene numerosas figuras que requieren un
estudio muy cuidadoso.
DIVISIONES EN PERÍODOS
Habiendo estudiado las divisiones literarias de la Biblia, observe
ahora las tres épocas principales de su historia: (1) La Era Patriarcal, (2) La
Era Judaica o Mosaica y (3) La Era Cristiana. Cada época se nombra por aquellos
a los cuales Dios reveló su voluntad.
LA ERA PATRIARCAL
En esta era, que comenzó con la creación, Dios se reveló a Sí Mismo a
los padres de familia, conocidos como patriarcas. Debido a esto, la época se
conoce como la "Era Patriarcal". El primer libro de la Biblia,
Génesis, presenta esta era. (Para un breve resumen de esta era y la Mosaica,
lea el capitulo siete de Hechos). En la Era Patriarcal están incluidos eventos
tan importantes como la creación del mundo (Gn. 1), la destrucción del mundo por el diluvio (Gn. 6), la introducción de varios
idiomas en la tierra (Gn. 11) y
muchos más. Estos eventos acentúan la importancia de una obediencia exacta de
los mandamientos de Dios. Los obedientes fueron ricamente bendecidos. Los
desobedientes fueron severamente castigados. Durante la Era Patriarcal, la
humanidad se volvió inicua en extremo. Sin embargo, Dios dio un vislumbre
pasajero de un Salvador, quien más tarde vencerla a Satanás y al pecado (Gn. 3:15).
Después, Dios hizo una promesa triple a un hombre impío Abraham, de
que de sus descendientes había de (1)
hacerse una gran nación, (2) recibir una tierra y (3) bendecir todas las
naciones de la tierra (Gn. 12:1-3;
22:17, 18)." El hijo de Abraham, llamado, Isaac, tuvo un hijo llamado
Jacob o Israel. Israel tuvo doce hijos, cuyos descendientes formaron las doce
tribus de Israel. Así comenzó la nación judía, también llamada "los hijos
de Israel" y "los israelitas". El hambre forzó al pueblo
israelita a trasladarse hacia Egipto (Gn.
45, 46), donde paulatinamente los egipcios los convirtieron en esclavos (Éxodo 1:7-11). Al fin, Dios eligió a
Moisés para libertarlos y guiarlos a la tierra de Canaán (Éxodo 3:1-10), donde llegaron a ser una gran nación, en
cumplimiento de las primeras dos partes de la promesa de Dios dada a Abraham (Josué 21:43-45).
La tercera parte de la promesa, de que todas las naciones de la tierra
serían benditas por medio de la familia de Abraham, fue cumplida cuando Cristo
vino al mundo. Jesucristo, un descendiente de Abraham, murió por toda la
humanidad, haciendo posible la salvación para cada persona de toda nación (Gál. 3:13, 14, 16, 19, 24-29).
LA ERA JUDAICA O MOSAICA
La Era Judaica cubre un período de aproximadamente 1.500 años, desde
el tiempo de Moisés hasta la muerte de Jesús en la cruz. Con la excepción del
libro de Génesis, esta era incluye todos los libros del Antiguo Testamento y
también la vida de Cristo, que se narra en la primera parte del Nuevo
Testamento. El Antiguo Pacto está en particular
dirigido al pueblo judío (Dt.
4:8; 5:1-3), y es por eso que esta era se llama la Era Judaica.
Después que Moisés libertó al pueblo israelita de la esclavitud
egipcia, Dios le dio su ley en el Monte Sinaí (Éxodo 20-31). Esta ley sirvió para gobernar al pueblo tanto
religiosa como políticamente. El fundamento de esta ley, los "Diez
Mandamientos", fue grabado en dos piedras (Dt. 5:1-22). Los Diez Mandamientos y las demás leyes morales,
ceremoniales y civiles formaron un solo pacto o ley (Lv. 24:22; Josué 1:7, 8). Los judíos fueron castigados severamente
cuando desobedecían cualquier parte de la ley. La muerte era la sentencia por
los pecados tales como: el adulterio (Dt.
22:22-24), no guardar el día de reposo (Nm. 15-32-36) y alterar la ley de Dios tocante a la adoración (Lv. 10:1, 2) La ley sirvió para
preparar a la gente para la venida de Cristo (Gál. 3:24, 25).
Después de haber estado gobernados por 450 años por los jueces, los
judíos rogaron por un rey, y al fin Dios les dio lo que pidieron. Bajo los
reyes Saúl, David y Salomón, el pueblo
de Israel avanzó en poder, riqueza y gloria. La nación recibió todas estas
bendiciones porque ellos eran fieles a Dios (1 R. 3, 4). Las diez tribus al norte eran llamadas
"Israel", y las tribus al sur eran llamadas "Judá". Dios
permitió que Israel y Judá fueran llevadas al cautiverio varias veces a causa
de su desobediencia de los mandatos divinos (2 R. 17; 24:10-17; 2 Cr. 36:17-21). Al fin, las diez tribus de
Israel fueron tan esparcidas por el mundo que llegaron a perder su identidad
como nación. Solamente Judá mantuvo su identidad. Y ¿por qué? Porque Dios había
prometido a David que uno de sus descendientes permanecería en su trono para
siempre. Cristo, el Mesías, vino por el linaje de Judá, y en particular por
David (Hch. 13.22, 23), para reinar
eternamente.
La obra de los profetas aumentó conforme se acercaba el tiempo de la
venida del Salvador. Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel y otros profetas
amonestaron al pueblo para que fuera fiel a Dios, y profetizaban la venida de
Cristo. Muchas de estas profecías fueron mencionadas en la primera lección de
este estudio. Antes del fin de la Era Judaica, Jeremías profetizó que en los
últimos días Dios reemplazaría el Antiguo Pacto con un Nuevo Pacto, mejor y
distinto (Jr. 31:31-34). La venida
del Mesías y el nuevo pacto son temas sobresalientes en todas las profecías.
Verdaderamente, toda la Era Judaica fue una constante preparación para la nueva
y mejor era que vendría.
LA ERA CRISTIANA
Cuando vino el cumplimiento del tiempo Dios comenzó la nueva era
enviando a su hijo, Jesucristo (Gál.
4:4, 5; Ef. 1:9, 10). Por su enseñanza, su vida, su muerte, su resurrección
y su ascensión a la diestra del Padre Celestial, Cristo se hizo "el
mediador del nuevo pacto" y comenzó la nueva era profetizada por Jeremías (He. 8:6-13; 9:15).
EL FIN DEL ANTIGUO TESTAMENTO
En realidad, la Era Judaica y la Era Cristiana se unen en la vida de
Cristo. El es el fin de una y el principio de la otra. Jesús nació judío y
vivió bajo o la ley de Moisés (Gál.
4:4-5), pero Él vino a introducir un nuevo pacto (He. 9:15). Dios nunca pensó hacer del
antiguo pacto una ley permanente. Si hubiera sido así, Jeremías no hubiera
profetizado un nuevo pacto (He. 8:6-9).
El primero era solamente una "sombra de las buenas cosas venideras
(He. 10:1), y un ayo para traernos a
Cristo" (Gál. 3:24). "Pero
venida la fe ya no estamos bajo ayo" (Gál.
3:25) y por eso, ya no estamos bajo la ley del Antiguo Testamento. Cristo
tenía que morir para instituir su Nuevo Testamento o Pacto, tal como hoy
en día uno tiene que morir antes de que su última voluntad o testamento esté
legalmente en efecto (He. 9:15-17).
Pero la muerte de Cristo no solamente instituyó su Nuevo Testamento, sino que
también quitó el Antiguo Testamento, o sea, la ley de Moisés.
Cuando Cristo murió, El anuló y abolió la "ley de los
mandamientos expresados en ordenanzas" y "la quitó de en medio,
clavándola en la Cruz" (Ef. 2:14,
15; Col. 2:14). Por esto, los cristianos no están obligados a guardar el
sábado, es decir, el séptimo día, como día de reposo (Éxodo 20:10). Tampoco celebran las lunas nuevas, los días de fiesta
y otras observaciones de la ley antigua (Col.
2:16). Pablo dice que los que enseñan la necesidad de guardar una parte de
la ley están obligados a guardar toda la ley, y que haciendo esto, están
desligados de Cristo y caídos de la gracia de Dios (Gál. 5:3-4). Así que, uno que manda que guardemos el sábado debe
mandar también la circuncisión, el sacrificio de animales y lo demás de la ley
de Moisés. Pero la muerte de Jesús ha quitado toda la obligación y propósito de
guardar la antigua ley. Su cruz es la frontera entre la Era Judaica y la Era
Cristiana. No obstante, el Antiguo Testamento todavía tiene valor como la
palabra de Dios y se debe estudiar para ejemplo y admonición (Ro. 15:4; 1 Co. 10:11).
LA LEY DEL NUEVO TESTAMENTO
Aunque no estamos obligados a guardar la ley de Moisés en la Era
Cristiana, esto no nos da la libertad de robar, matar ni cometer el adulterio.
Estos principios de la moralidad se enseñan aún más explícitamente en el Nuevo
Testamento (Mt. 5:21, 22, 6:27, 28; Gál.
5:19-21). La iglesia del primer siglo, bajo la dirección de los apóstoles y
el Espíritu Santo, se reunía para la adoración e instrucción el primer día de
la semana; o sea el día domingo, no el sábado, el séptimo día (Hch. 20:7; 1 Co. 16:1-2).
Así es que nosotros que vivimos en la Era Cristiana debemos dar
nuestra lealtad y obediencia a Cristo y a su voluntad que se revela en el Nuevo
Testamento. El escritor del libro de Hebreos nos advierte que la desobediencia
premeditada o voluntaria al Nuevo Pacto de Cristo será castigada más
severamente que la desobediencia de la antigua ley (He. 10:26-31). Cristo es "el autor de eterna salvación a todos
los que le obedecen (He. 5:9). “La ley fue dada por medio de
Moisés, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo" (Juan 1:17). Por esto, tenemos que
seguir al Nuevo Testamento para conocer y hacer la voluntad de Dios para
nosotros hoy en día. Cristo reveló su Nuevo Pacto por medio de la enseñanza de
los apóstoles. El prometió enviarles el Espíritu Santo para recordarles todo lo
que Él les había dicho en la tierra y para guiarlos a toda la verdad (Juan 14:26; 16:13).
Cincuenta días después de la muerte de Jesús, el día de la fiesta
judía de "Pentecostés", el Espíritu Santo descendió sobre los
apóstoles y ellos comenzaron a predicar la voluntad de Cristo (Lc. 24:45-49; Hch. 1:8; 21-47). Las
personas que obedecieron los mandamientos de Cristo recibieron el perdón de
todos sus pecados y fueron añadidas a la iglesia, o el reino de Cristo (Hch. 2:47; Col. 1:13), y de esta forma
la iglesia se extendió por toda la tierra.
La iglesia ha de perdurar por toda la Era Cristiana (Ef. 3:21). Esta época ha durado por un
período de más de 1.900 años y continuará hasta que Cristo venga por segunda
vez (He. 9:24-28).
SIETE PROMULGACIONES DE LA LEY DIVINA
1. Escrita en la naturaleza Salmo 19:1
2. Escrita en la conciencia Romanos 2:15
3. Escrita en tablas de piedra Éxodo 24:12
4. Cristo, la palabra viviente Juan 1:14
5. Todas las escrituras Romanos 15:4
6. Escrita en el corazón Hebreos 8:10
7. Los cristianos como epístolas vivientes 2 Corintios
3:2-3
PERÍODO INTERTESTAMENTARIO
(400 años de silencio)
¿Qué Sucedió En Los Siglos Entre Los
Testamentos?
Los cuatrocientos años entre la
profecía de Malaquías y el advenimiento de Cristo, son frecuentemente descritos
como un período de "silencio", pero la verdad es que estuvieron
saturados de actividades.
En este período, Dios preparó el
escenario mundial para la venida de su amado Hijo. Cuando observamos el curso
de los acontecimientos mundiales, especialmente los relacionados con el imperio
griego y la helenización, y también con el imperio romano, podemos ver
claramente la mano de Dios que ordena el escenario para la venida del Señor
Jesús y la propagación del evangelio a todo el mundo.
Ningún profeta, cuyos escritos estén
incluidos en la Biblia, se levantó en Israel durante aquellos siglos. El
Antiguo Testamento se consideraba como un canon completo.
PERÍODOS EN EL
PARÉNTESIS INTERTESTAMENTARIO
1.
PERÍODO PERSA (430-332 A. C.)
Cuando se cierra
el Antiguo Testamento con el libro de Malaquías, Judea era una provincia persa,
y lo fue durante 100 años después. De este período posterior poco se sabe en la
historia judía. En general, se puede decir que el dominio persa era en su mayor
parte moderado y tolerante, y que los judíos gozaban de bastante libertad
(Manual, Halley).
2.
PERÍODO GRIEGO (331-167 A. C.)
Entre 336 y 331
a. C. Alejandro Magno conquistó el mundo entero. Su padre -el rey Filipo- había
muerto inesperadamente. Alejandro ascendió al trono de Macedonia cuando tenía
sólo 20 años de edad. Recibió una sólida formación de parte del filósofo
Aristóteles, lo cual le hizo muy sensible al arte y a las ciencias. En su
comitiva siempre se hacía acompañar por los más grandes sabios, quienes iban
realizando una labor de acopio cultural. Alejandro era un joven con una
personalidad arrolladora y una ambición sin límites. En 334 dejó a Antípater
como regente en Macedonia y se trasladó al Asia Menor con un ejército de 40.000
hombres para enfrentarse a Darío Codomano, rey de Per-sia. A pesar de tener un
ejército diez veces menor, lo venció en dos ocasiones (en Gránico e Isos). En
seguida, Alejandro conquistó la costa oriental del Mediterráneo. En 332 se
apoderó de Tiro, la gran ciudad marítima de los sidonios, lo cual le sirvió de
base para el dominio de todos los pueblos de Palestina. (Para la importancia de
Tiro como centro comercial ver Ezequiel
26-28).
En su invasión de
Palestina mostró gran consideración hacia los judíos, dejó intacta Jerusalén, y
ofreció garantías a los judíos para que se estableciesen en Alejandría. Los
entretelones de esta simpatía por los judíos son bien interesantes. Según el
historiador judío Flavio Josefo, Dios le habría mostrado antes, en una visión,
su entrada a Jerusalén, y también habría preparado al sumo sacerdote judío para
recibirlo en paz. En efecto, cuando entró a Jerusalén le esperaban todos los
sacerdotes con sus vestimentas ceremoniales. Alejandro se postró delante del
sumo sacerdote en reconocimiento al Dios cuyo nombre éste llevaba inscrito en
la frente. Los judíos mostraron a Alejandro las profecías de Daniel que
apuntaban a su persona, lo cual acabó por convencer a Alejandro de su carácter
de escogido.
Siria y Egipto se
sometieron al joven conquistador sin resistencia. En Egipto asumió el lugar de
faraón y dios de los egipcios ('hijo de Amón'); fundó la ciudad de Alejandría y
se preparó para la campaña del este.
Primeramente,
tomó la ciudad siria de Damasco, donde se apoderó de los tesoros del rey Darío.
Luego, venció a Darío en Gaugamela, Asiria. Tomó luego las espléndidas ciudades
del Oriente: Susa, la capital del imperio Medo-Persa; Persépolis y Ecbatana.
Llegó hasta cerca del río Ganges en la India entre 330 y 328. Contra lo que su
maestro Aristóteles le había enseñado, en cuanto al riguroso helenismo,
Alejandro, adoptó muchas de las costumbres orientales. Adoptó también el modelo
medo-persa en cuanto a su sistema de gobierno y en lo cultural. Se casó con
mujeres persas, y dio mujeres persas a sus hombres.
En 323, cuando se
preparaba para su expedición a Arabia, murió de un violento ataque de malaria.
Su muerte hizo temblar todo el imperio. Tenía 33 años. Sus funerales duraron 2
años.
Tras la muerte de
Alejandro, durante 22 años, el imperio estuvo en manos de los sátrapas. Pero en
301, por la muer-te de muchos de ellos y los forcejeos entre los líderes más
ambiciosos se llegaron a conformar cuatro grandes áreas.
Es así como el
imperio pasó a cuatro de sus generales (diádocos = sucesores). En Tracia y
parte de Asia Menor quedó Lisímaco. En Macedonia y Grecia quedó Casandro. En el
oriente, Siria le tocó a Seleuco, y Egipto a Tolomeo. Palestina, situada entre
ambos, se vio involucrada en muchas guerras, pero fue primeramente de Egipto
(entre 323 y 203, unos 120 años), bajo el reinado de Tolomeo Sóter, y luego de
Tolomeo II Filadelfo. Bajo los reyes de Egipto (los Tolomeos), la suerte de los
judíos fue, por lo general, pacífica. Los que estaban en Egipto edificaron
sinagogas en todas las colonias.
Tolomeo Filadelfo
se interesó por apoyar la cultura y la literatura de los pueblos. Durante este
período la ciudad de Alejandría llegó a ser un centro de gran influencia judía.
Por orden suya, se produjo la versión griega del Antiguo Testamento, llamada
Septuaginta, entre 280 y 150 a. C. El rey pidió al sumo sacerdote Eleazar que
le enviara a Alejan-dría setenta eruditos hebreos para realizar dicha obra.
Esta traducción permitió que todo el mundo conocido en la época – que conocía
la lengua griega – leyera las Sagradas Escrituras.
En 198 a. C.,
Antíoco III el Grande reconquistó Palestina para los seléucidas. Poco después
el rey Antíoco IV Epifanes, enemigo acérrimo de los judíos, hizo un esfuerzo
salvaje y decidido para exterminarles a ellos y a su religión. (Éste se llamó a
sí mismo "Teos Epífanes" - dios manifiesto).
En 168 a. C.,
luego de fracasar en una embestida a Egipto Antíoco desahogó su frustración
contra Jerusalén. Destruyó los muros de la ciudad, profanó el templo (que fue
llamado 'Templo de Júpiter Olímpico'), sacrificó una cerda sobre el altar,
erigió un altar a Júpiter, prohibió el culto del templo y la circuncisión,
destruyó todos los ejemplares de la Escritura que fueron hallados, mató a todo
aquel que las poseyera, vendió como esclavos a miles de familias judías y
recurrió a toda forma imaginable de tortura para obligar a los judíos a que
renunciaran a su religión. La figura de Antíoco Epífanes tiene gran valor
profético, porque las profecías de Daniel
8:9-14 y 11:21-35 apuntaban a su
persona. Por lo demás, la figura de Antíoco apunta también al Anticristo (Mateo 24:15), de quien es un tipo o
antecedente.
Las atrocidades
cometidas por este rey condujeron al sublevamiento de los macabeos, una de las
hazañas más heroicas de la historia de la humanidad.
CONTRIBUCIÓN DEL PERÍODO GRIEGO AL
CRISTIANISMO
La cultura y, específicamente, la
lengua griega, que llegó a ser el idioma universal. En este idioma se
universalizó la Palabra escrita de Dios:
a.
El Antiguo Testamento, por la versión Septuaginta, y,
b.
El Nuevo Testamento, escrito totalmente en griego.
El historiador
Carl Grimberg evalúa así el aporte de los griegos al cristianismo y la
humanidad. "Cuando Alejandro Magno abrió las puertas de Oriente al
espíritu emprendedor de los occidentales, se desarrolló el comercio y nació la
cultura a escala mundial. La cultura griega penetró en Oriente y experimentó
allí algunas modificaciones que la hicieron más apta para conquistar el mundo.
La cultura egipcia y babilónica, en particular la astronomía caldea, la
doctrina de Zoroastro (lucha del principio del bien y el mal), el culto israelita
a Jehová y su doctrina sobre el pecado y el perdón, todo penetró hondamente en
la conciencia del mundo. El griego helenístico - lengua a la que fue traducido
el Antiguo Testamento - llegó a ser el idioma universal de la época, como más
tarde lo serían sucesivamente el latín, el francés y el inglés…
3.
UN INTERVALO: LA INDEPENDENCIA MACABEA o Asmonea (167-63 a. C.)
Matatías,
sacerdote del linaje de Asmón, un valeroso patriota judío, enfurecido por los
intentos de Antíoco Epifanes de destruir a los judíos, reunió a un grupo de
judíos leales y alzó la bandera de la sublevación. Tuvo cinco hijos heroicos y
guerreros: Juan, Simón, Judas, Eleazar y Jonatán. Su hijo Judas Macabeo
('martillo') reconquistó Jerusalén en 165 y purificó y reconsagró el templo.
Esto dio lugar a la fiesta de la purificación o de la dedicación (Hannukah) que
se conmemoraba en tiempos del Señor (Juan
10:22). Hoy se celebra el 25 de diciembre, coincidiendo con la Navidad.
Judas reunió en
sí mismo la autoridad sacerdotal y civil, y de esta manera estableció la
sucesión asmonea de sacerdotes - gobernadores, que durante 100 años encabezaron
una Judea independiente. Los macabeos continuaron su lucha contra Siria y las
naciones vecinas que amenazaban a Israel. Judas Macabeo murió en 161, y asumió
el mando su hermano Jonatán, quien se alió con Siria, obteniendo paz y cierta
libertad para Judea. Con apoyo sirio, Jonatán asumió como sumo sacerdote y
gobernador de Judea entre 150 y 144, año en que fue asesinado por los sirios.
En 142, su hermano Simón echó definitivamente a los sirios, logrando la
independencia casi total de Judea. Simón renovó el pacto con Roma que habían
hecho sus hermanos Judas y Jonatán. Entretanto, el poderío romano se iba
extendiendo. (Para mayores detalles, consultar el libro de 1 Macabeos en la
Biblia Católica).
Hechos
importantes del período Macabeo
a. Los gobernantes
ganaron una posición hereditaria. Con Simón Macabeo, el Sanedrín aprobó el sumo
sacerdocio hereditario a perpetuidad. Los sacerdotes asmoneos gobernaron Judea
hasta los días de Herodes el Grande (37 a. C).
b. Expansión de la
helenización (influencia griega). A partir de Juan Hircano, hijo de Simón, la
posición del sumo sacerdote tuvo más importancia política que religiosa. Juan
Hircano y sus sucesores se apartaron cada vez más de la tradición judía, y
trataron de gobernar al país al estilo de otros reyes de la época. Contaron
para ello con el apoyo de la aristocracia ambiciosa. Juan Hircano cambió los
nombres judíos de sus hijos por nombres griegos, y sus sucesores se amoldaron
cada vez más al helenismo. Juan Hircano primeramente era fariseo, pero luego se
hizo saduceo, influido por la cultura griega. Bajo su gobierno Judea
experimentó un proceso de expansión territorial y fortalecimiento. Fue tal el
engrandecimiento de Juan Hircano, que se autodenominó "rey de
Israel", título que conservaron los judíos hasta que Roma se apoderó del
país.
c.
Recuperación del territorio judío. Bajo el gobierno de su hijo
Alejandro Janeo (103-78), los judíos volvieron a poseer todo el territorio que
habían logrado dominar en el tiempo de David y Salomón. No obstante, éste fue
el más cruel e impío de todos los sumos sacerdotes. (Dio muerte a más de 50.000
judíos). En esta época, Galilea fue judaizada, pero los samaritanos no
aceptaron cambios, por lo que aún cien años más tarde eran enemigos de los
judíos.
d. Surgen los
fariseos y saduceos. La influencia helenizante entre los judíos dio origen a
dos partidos: los fariseos, que defendían la antigua fe, y los saduceos,
amantes de la filosofía secular y helenista.
e. Otros hechos
importantes asociados con este período:
·
La profanación de Antíoco Epifanes ocupa un lugar muy especial en la
profecía bíblica, debido a su analogía con el anticristo.
·
La sublevación de los Macabeos dio pie para que los judíos en tiempos
de Cristo esperasen a un Mesías político a semejanza de ellos. Las hazañas de
los macabeos estaban muy frescas en la memoria de todos los judíos.
4.
PERÍODO ROMANO (63 a. C.)
Los romanos
tuvieron un desarrollo acelerado en los últimos tres siglos antes de Cristo. En
146 a.C. el imperio romano constaba de siete provincias: Sicilia, Córcega,
Cerdeña, España, Francia, África y Macedonia; y ya para el 133 Asia Menor se
había constituido en la octava provincia romana.
Roma empieza a
intervenir en los asuntos de Judea. Pompeyo conquistó Siria y Palestina en 63
a.C. Depuso al último sacerdote macabeo, Aristóbulo II, y lo llevó cautivo a
Roma. Antípater (de Idumea) fue nombrado gobernador de Judea.
Cuando nació el
Señor Jesús, Judea era una subprovincia romana de Siria. En el año 40 a. C.,
César Augusto nombró a Herodes el Grande como rey de los judíos (37 - 3 a.C.).
APORTES DE ROMA AL CRISTIANISMO
Ø Gobierno y paz
mundiales: Había en el mundo romano un sentimiento cosmopolita. El mundo estaba
globalizado y prácticamente sin fronteras, lo cual facilitó la difusión de la
fe cristiana.
Ø Gobierno
permanente (estable), con una ejemplar administración de justicia: el Derecho
romano. El apóstol Pablo se vio muchas veces favorecido por estas condiciones
sociopolíticas.
Ø Buenas
carreteras: La red de carreteras romanas cruzaba todo el imperio, desde España
hasta el Éufrates; desde Alemania hasta África. Esto hizo de la época romana la
más comercial e internacional de la historia.
El erudito cristiano Wilton M. Nelson
evalúa de la siguiente manera el aporte de los romanos a la difusión del
evangelio: "La unión de tantas razas y pueblos bajo un imperio ayudó a
derribar las barreras raciales y culturales y a unificar la raza humana. En
estas condiciones el mundo habría de escuchar la predicación de la doctrina de
que en Cristo, 'no hay griego ni judío... bárbaro ni escita, siervo ni libre'
sino que todos los creyentes son uno en Cristo".
Ralph Earle, por su parte, lo plantea
muy gráficamente: "En muchos sentidos fue para Pablo más fácil viajar por
el territorio del Mediterráneo que lo sería para un misionero hoy día. Podía ir
de un territorio a otro sin ser detenido en las fronteras por los oficiales de
aduana". (En "Conozca su Nuevo Testamento").
VIDA
RELIGIOSA DE PALESTINA EN EL TIEMPO DEL SEÑOR JESÚS
Se estima que la población de
Palestina en la época del Señor Jesús era de cerca de un millón de personas. En
la sociedad israelita de ese tiempo había tres clases sociales: una alta (jefes
políticos y religiosos, grandes comerciantes y terratenientes, publicanos), una
media (comerciantes y artesanos, sacerdotes y escribas) y otra pobre
(jornaleros, mendigos, leprosos, esclavos).
Los principales oficios eran la
agricultura, la ganadería, la pesca (en el lago de Galilea), trabajos
artesanales (alfarería, zapatería, carpintería, albañilería) y el comercio. La
atención del templo daba trabajo a un gran número de sacerdotes y levitas.
1.
Prácticas religiosas y filosofías grecorromanas imperantes
a. Adoración de
reyes y emperadores: Alejandro Magno fue adorado como dios en Egipto ("hijo de
Amón"), en Babilonia (ofreció a Marduk). Seleuco llevaba el nombre de
Kirios (Señor). Tolomeo ostentaba el título de Soter (Salvador), y Antíoco IV
Epífanes se hizo llamar "Teos Epífanes".
b. Religiones y filosofías que dominaban el
pensamiento pagano en el tiempo del Señor Jesús
Ø Religiones de
misterios y ocultismo: misterios eleusinos, de Isis y Osiris de Egipto, de
Dionisos (Baco) el mitraísmo y prácticas de ocultismo y hechicería. (Ver Hechos 8:9-11; 16:16; Gál. 5:20; Ap. 9:21).
Ø Filosofías que
chocaban con la fe cristiana en el primer siglo: El platonismo y sus derivados,
el humanismo aristotélico, el gnosticismo, el epicureísmo y el estoicismo. (Hch. 17:18).
2.
La Religión oficial: El judaísmo
a. La fe monoteísta del
judaísmo se
afirmó después del exilio babilónico
b. El exilio en
Babilonia depuró la fe judía, limpiándola de la idolatría a que
se inclinaba antes. La instrucción individual cobró gran importancia con el
surgimiento de las sinagogas y los escribas.
c.
El Antiguo Testamento, base de la religión judía
d. El escriba Esdras
fue el recopilador de los 39 libros del Antiguo Testamento, que se dividían en tres
cuerpos principales: Ley o Pentateuco, los Profetas y los Escritos.
e. Además de las
Escrituras, los judíos utilizaban el Talmud, el comentario
de la Ley, escrito a partir del 300 a. C. Éste se componía de:
Ø El Midrás
(tradición oral),
Ø La Misná (versión
escrita) y
Ø La Guemara
(aplicación práctica de la Ley).
f.
También usaban la Septuaginta, versión griega
del AT, formada por 46 libros, que incluye siete de los llamados
"apócrifos": Tobías, Judith, Baruc, Eclesiástico, I y II de Macabeos
y Sabiduría, además de algunas secciones griegas de Ester y Daniel.
g. Los libros
apócrifos
Ø Entre el año 400
a. C. y el inicio del Nuevo Testamento, hubo silencio en cuanto a la revelación
escrita de Dios. Después de Malaquías, no hubo más profetas en Judá. En este
período apareció una serie de libros que no fueron aceptados como inspirados ni
por los judíos ni por la iglesia primitiva. Son los libros apócrifos (que en
griego significa literalmente "oculto", o "secreto"). Los
judíos usaban este término para referirse a escritos dudosos, falsificados o
bastardos.
h. Al final del
primer siglo de la era cristiana, los rabinos judíos aprobaron un canon del
Antiguo Testamento en la ciudad de Jamnia, Palestina. Cerraron el canon con los
profetas Esdras, Nehemías y Malaquías. No reconocieron los apócrifos.
i.
Los libros apócrifos son catorce: 1 y 2 Esdras, Tobías, Judit, el
suplemento de Ester, Sabiduría, Eclesiás-tico, 1 y 2 Macabeos, Baruc, El
cántico de los tres jóvenes, La historia de Susana, Bel y el dragón, y la
ora-ción de Manasés. La iglesia católica en el concilio de Trento (1546) aceptó
11 de estos 14 libros, y los llamó "deuterocanónicos" (o del segundo
canon). Los evangélicos nunca los han aceptado, excepto como material de
investigación.
j.
¿Por qué los libros apócrifos no fueron aceptados por los judíos y los
cristianos?
Ø Sus escritores no
eran reconocidos como profetas. Algunos autores de los apócrifos reconocen que
escriben por su cuenta y no pretenden ser inspirados (2 Macabeos 15:38-39;
Eclesiástico 33:16).
Ø Su contenido es
dudoso y controversial: Enseñan - entre otras cosas - la práctica de orar por
las almas de los muertos (2 Macabeos 12:39-46), apoyando la idea del
purgatorio; que el perdón de los pecados se alcanza por la limosna (Tobías
12:9), el culto a los muertos (Tobías 4:17). Algunos resaltan prácticas
inmorales como la mentira y la seducción.
Ø Ni Jesús ni los
escritores del Nuevo Testamento hicieron uso de ellos, como lo hicieron de los
39 libros del Antiguo Testamento.
Ø Los padres de la
iglesia no los tomaron como inspirados.
Ø Existen errores
en fechas, lugares y otros datos. En algunas de sus declaraciones, los
apócrifos no concuerdan con el testimonio escritural. Su carácter en cuanto a
estilo literario es de un plano inferior al de los libros de la Biblia.
Ø Algunas citas:
"Con toda tu alma honra al Señor y reverencia a los sacerdotes"
(Eclo. 7:31). "Si obras el bien, mira a quién" (Eclo. 12:1). "Da
al piadoso y no socorras al pecador" (Eclo. 12:4). "Alabemos a los
varones gloriosos y a nuestros padres ... muchos de ellos dejaron gran nombre
para que se canten sus alabanzas" (Eclo. 44:1,8). "Era yo un niño de
buen natural, que recibió en suerte un alma buena. Porque era bueno, vine a un
cuerpo sin mancilla" (Sab. 8:19-20). "Pues los animales terrestres se
mudan en acuáticos y los que nadan caminan sobre la tierra" (Sab. 19:18).
3.
Instituciones y sectas judías
a. El templo: El templo de
Jerusalén era el lugar de adoración y el punto de convergencia de todos los
judíos. Allí los sacerdotes ofrecían los sacrificios, y se celebraban las
fiestas. El templo original, levantado por Salomón, fue destruido por los
babilonios (587 a. C). El segundo templo fue construido por Zorobabel al
regreso de Babilonia (536-516). Este sufrió ataques, saqueos y profanaciones a
manos de Antíoco Epífanes (168), Pompeyo (63) y por Craso (54). A partir del
año 20 a.C. Herodes erigió un fastuoso templo de mármol y oro, que estaba en
pie en días del Señor Jesús. El templo estaba allí, pero no la presencia de
Dios. Por eso, el Señor le llamó "cueva de ladrones". Fue destruido
totalmente en el año 70 de nuestra era. Este templo no es válido en el recuento
profético, por haber sido levantado por manos profanas. Aunque algunos le
llaman el "tercer templo", en realidad, el tercero aún no se ha
construido.
b. Las sinagogas: (Gr. synagogue,
asamblea). Aparecieron en los días del cautiverio, cuando los judíos habían
perdido su templo, y la nación estaba dispersa. Eran lugares donde se leía la
Torá y el Talmud. Se establecieron en cada lugar donde hubiera una comunidad
judía. Cuando regresaron a Palestina, los judíos trajeron sus sinagogas. Toda
ciudad importante tenía una o más. En Jerusalén, a pesar de estar allí el
templo, había muchas. Se dice que para el año 70 d. C. había unas 400. Las
presidía una junta de ancianos. Jesús y los primeros cristianos judíos asistían
a ellas. (Mt. 13:54, Mr. 1:21, Jn. 6:59,
Hch. 13:5,14, 14:1; Stg. 2:2,3).
c.
El Sanedrín: Se cree que surgió en el siglo III a. C. Funcionaba en Jerusalén.
Estaba compuesto por 70 miembros, sacerdotes y nobles saduceos, algunos
fariseos, escribas y ancianos, bajo la presidencia del sumo sacerdote. El poder
de este concilio era muy limitado, como se ve en el juicio contra el Señor (Mt. 27:1-2). No obstante, tenía
autoridad sobre los problemas religiosos (Hch.
9:1-2; 22:5). Terminó con la destrucción de Jerusalén, en 70 d. C.
d. Los fariseos: Se cree que esta
secta surgió en el siglo II a. C., en los días de Juan Hircano. En ese tiempo
los judíos habían comenzado a ser helenizados; entonces aparecieron los
hasidim, líderes judíos que permanecieron fieles a la ley de Moisés en tiempos
en que muchos se sometían al helenismo impuesto sobre Judea por los griegos y
los sirios. Los fariseos se consideraban herederos de los hasidim. Su propósito
era conservar su integridad nacional y la conformidad estricta a la ley de
Moisés. Mezclaban un fervoroso patriotismo con la devoción religiosa. Más tarde
se convirtieron en una secta formalista e hipócrita de justicia propia.
Representaban el grupo con más autoridad entre el pueblo. Eran influyentes y
participaban en la dirección política. Fueron enemigos de las enseñanzas de
Jesús, pero algunos se convirtieron al evangelio. Se reunían en las sinagogas.
e. Los saduceos: Surgieron por el
mismo tiempo de los fariseos. Pero a diferencia de aquellos, éstos estaban a
favor de adoptar las costumbres griegas, así que se pusieron del lado de los
helenistas. Eran una camarilla sacerdotal aristócrata y materialista,
francamente irreligiosa. No eran numerosos, pero sí ricos y de gran influencia.
Colaboraban con los dominadores. No creían en los ángeles ni en la resurrección
y negaban el castigo y la gloria de la vida futura (Mateo 3:7; 22:23; Marcos 12:18; Lucas 20:27; Hechos 5:17; 23:6).
Racionalistas y mundanos, controlaban en gran parte el Sanedrín. Ocupaban los
cargos principales del sacerdocio y del ritual del templo. Algunos los
consideran los precursores de los liberales y humanistas de hoy. Aunque fueron
enemigos de los fariseos por sus creencias, cuando se juzgó al Señor
presentaron un frente unido con aquéllos. Se reunían en el templo.
f.
Los escribas: Eran copistas de las Escrituras, una profesión de origen muy antiguo,
y de gran importancia antes de la invención de la imprenta. Probablemente
surgieron en tiempos del exilio. Les correspondía copiar, estudiar e
interpretar las Sagradas Escrituras, y transmitirlas al pueblo. Se les llamaba
doctores, maestros o intérpretes de la ley, y eran autoridades reconocidas (Mt.13:52; 23:2, 13). Las decisiones de
los escribas principales llegaron a ser ley oral o "tradición". Su
interpretación de las Escrituras era literalista y tradicional, por lo que
siempre estuvieron en contra del mensaje vivo de Jesucristo. Tuvieron gran
influencia entre el pueblo. Enseñaban en el templo (Lc. 2.46) o en las sinagogas (Hch.
15.21). Creían en la resurrección y en los ángeles, en la venida del Mesías
y en la reunión final de todas las tribus de Israel. Sus enseñanzas se
conservaron en la llamada literatura rabínica, escrita después del Nuevo
Testamento.
g. Los herodianos: Este era un
partido político que favorecía al déspota Herodes el Grande y a sus hijos, los
cuales gobernaban las provincias palestinas bajo la autoridad de Roma. Creían
que cooperando con los romanos resguardaban los intereses del país. El pueblo
los aborrecía así como aborrecían a Herodes, pero gozaban de popularidad en los
círculos políticos. En dos ocasiones los herodianos se unieron con los fariseos
para tramar la muerte de Jesús.
Ø Cuando sanó al
hombre de la mano seca (Mr. 3:6), y
Ø Cuando tentaron a
Jesús con la pregunta acerca de los impuestos (Mt. 22:15-22).
h. Los esenios: Los esenios no
se mencionan en el Nuevo Testamento. Fueron una reacción contra el formalismo
de los fariseos y la mundanalidad de los saduceos. En un mundo tan
convulsionado como el de aquellos tiempos, optaron por una vida más tranquila,
separada de la agitación política, religiosa y social que predominaba entre los
judíos. Vivían en comunidad y eran conocidos por su laboriosidad y su piedad.
Su preocupación era la conservación y propagación de las enseñanzas del A. T.
Creían en las doctrinas hebreas, pero también tenían muchas creencias paganas:
el determinismo universal, la adoración del sol como dios, y la re-encarnación.
Su aporte más importante fue dejar en las cuevas de Qumran, a orillas del mar
Muerto, copia de gran parte de los escritos del Antiguo Testamento. En el
descubrimiento de los rollos del Mar Muerto (1947) se obtuvo nueva información
sobre ellos. No se sabe si tuvieron contacto con Jesús y la iglesia primitiva;
por lo menos no se refleja en su legado literario y arqueológico.
i.
Los Zelotes ('fanáticos', 'celosos'): También
conocidos como "cananistas", eran una secta intensamente
nacionalista, lo opuesto de los publicanos. Políticamente estaban en contra de
los romanos y fomentaban frecuentes rebeliones y escaramuzas. Se los
consideraba alborotadores. Este partido fue fundado por Judas el Galileo, quien
dirigió una rebelión contra Roma en el 6.d.C. Se oponían a que Israel pagase
tributo a un emperador pagano, sobre la base de que se trataba de traición a
Dios, el verdadero rey de Israel. Uno de los discípulos del Señor, Simón el
zelote, pertenecía a esta secta. Se les llamaba zelotes porque seguían el
ejemplo de Matatías y sus hijos y seguidores, que manifestaron celo por la ley
de Dios cuando Antíoco IV intentó suprimir la religión judía, y el ejemplo de Finees
en el desierto (Números 25:11).
Cuando fue aplastada la rebelión del 6 d. C. mantuvieron vivo el espíritu de la
misma durante 60 años. Los zelotes estuvieron activos durante la guerra de
66-73 d.C.; la última plaza fuerte de los zelotes, Masada, cayó en mayo del 74
d. C. Eran fanáticos de la libertad y esperaban al Mesías como un caudillo
libertador.
j.
Los publicanos: Eran judíos que por amor al dinero cobraban los tributos que exigía
el Imperio Romano. A éstos no les interesaba qué métodos empleaban para cobrar
los impuestos, con tal de que a las arcas del imperio entraran finalmente las
cantidades presupuestadas. Los publicanos se aprovechaban de esta situación, y
siempre cobraban mucho más de lo justo, porque su comisión consistía en todo lo
que superaba la cantidad estipulada por el imperio. Por eso la mayor parte de
los publicanos eran muy ricos, y por eso también los judíos los odiaban. No los
consideraban judíos sino apóstatas. El desprecio e impopularidad hacia ellos lo
manifiesta su mención junto a los pecadores (Mt. 5:46; 21:31).